Algunos diseños de bibliotecas consideran necesaria la inclusión de ayudas para el usuario, pero estas resultan muy heterogéneas y en algunos casos muy simples. Los usuarios de los tiempos actuales precisan utilizar información para garantizar su actividad profesional y diaria, por ello, su uso debe poder realizarse de forma fácil y simple. Esta realidad implica revisar los diseños empleados para las bibliotecas virtuales y trabajar por desarrollar un modelo que se integre y adapte mucho mejor a las exigencias de los usuarios.
Como parte de una investigación que se desarrolla entre la Universidad de la Habana y el Centro de Tecnología Industrial de la Universidad de Córdoba, en España, se comprobó luego de la revisión de varios modelos de bibliotecas virtuales, que presentan ( Sánchez Vignau BS, De Castro Lozano C. Bibliotecas Virtuales Inteligentes Adaptativas (BVIA). Observaciones no publicadas):
1. Una ausencia de normalización de los contenidos que ofrecen.
2. Sistemas de ayuda muy convencionales y que responden fundamentalmente a los gestores de la biblioteca.
3. Pocos elementos de interacción con el usuario y que caso de existir comunicación, es muy lineal y se soporta generalmente sobre el correo electrónico.
4. Limitaciones en la recuperación de información al momento de relacionar los diferentes recursos y contenidos.
5. Trabajan en función de quien las generó, sirven al usuario, pero no se adaptan a su situación real.
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