miércoles, 2 de septiembre de 2009

La teleformacion es la antesala a las bibliotecas virtuales

Referente más directo para que el usuario se integre con las bibliotecas virtuales. La teleformación es un espacio importante en la educación a distancia, que enfatiza el uso de los medios más modernos de las tecnologías de la información y las comunicaciones y facilita el flujo de la información y el aprendizaje sin límites de tiempo ni espacio. Estas tecnologías minimizan los obstáculos geográficos, económicos, familiares y de trabajo de los estudiantes y por ello, tornan el proceso educativo más eficiente.

Marqués, apunta que las bases de esta hipotética renovación de la pedagogía y de los contenidos educativos descansan en las posibilidades que ofrecen estos nuevos medios, como son:

1. Capacidad de almacenar, tratar y recombinar enormes volúmenes de información con rapidez y fiabilidad.
2. Nuevos canales de comunicación, sincrónicos y asincrónicos, que permiten la comunicación inmediata y la difusión de la información a cualquier persona o institución en el mundo.
3. La automatización de las tareas de gestión y procesamiento de datos, homogeneización de los códigos de interacción, etcétera.
4. El incremento exponencial de las posibilidades de interacción entre los distintos actores sociales.


Para Talavera: “el concepto de teleformación se refiere a una tipología de educación a distancia que toma auge con la irrupción de Internet en nuestras vidas, al aumentar las posibilidades de acceso a la formación en la medida en que la red nos permite llegar a más personas, y -sobre todo- ofrecer ambientes de aprendizaje más complejos y elaborados”.

En esencia, teleformación no es más que el suministro de programas de educación y sistemas de aprendizaje mediante el empleo de medios electrónicos o lo que es lo mismo, un aprendizaje basado en la tecnología. Esta se considera como una nueva manera de formación basada en el trabajo cooperativo grupal, en la interacción constante entre profesor-alumno y alumno-alumno de forma remota, con independencia de la situación geográfica del profesor, el alumno y la información.


Este modelo de formación propone que los educadores deben convertirse en facilitadores y coordinadores, porque ellos no poseen exclusivamente el conocimiento, sino que este se puede adquirir también a partir de otras fuentes, otros profesores y otros estudiantes. Por su parte, los estudiantes se vuelven más activos y más responsables en su autoformación, porque de ellos depende la comunicación con sus compañeros y con sus facilitadores para compartir y construir conocimientos en diferentes lugares y tiempos, como vía para complementar sus experiencias con la información almacenada en las bibliotecas virtuales.

En la literatura especializada, existen diferentes referentes en torno al desarrollo de aplicaciones tecnológicas para los procesos de teleformación. Desde el propio desarrollo de plataformas hasta las tutorías proactivas, pasando por el desarrollo de gestores de contenidos, hipermedias adaptables y agentes inteligentes.

Todas estas aplicaciones/herramientas clasifican en el área de la gestión del conocimiento, en tanto su función fundamental se enmarca en proporcionar a sus usuarios mayores niveles de conocimiento. Toca entonces demostrar las ventajas de su empleo en los escenarios de las bibliotecas, como espacios líderes en la gestión de información y el conocimiento.

Debido a la estrecha vinculación que existe, entre las bibliotecas y el proceso de enseñanza aprendizaje, cabe considerar que la biblioteca virtual requiere de la teleformación para mejorar sus diseños, a la vez, que la teleformación precisa de la biblioteca virtual para mejorar sus productos educativos.

De hecho, en el universo de la teleformación, la biblioteca virtual puede resultar un componente e integrarse a la plataforma informática sobre la que se soportan los diferentes cursos. Pueden retomarse experiencias de navegación, formas de organizar contenidos, niveles de ayuda y de personalización de la información, así como desarrollar adaptaciones según el modelo de usuario.

La biblioteca virtual por su parte, aporta a la teleformación, la información que se requiere para complementar el proceso de aprendizaje y está llamada a constituir la retaguardia de información en el proceso, pero, en un eslabón más alto, donde se permite el trabajo cooperativo en red.


Padula plantea que los cursos a distancia, aun los soportados en redes telemáticas, no pueden abarcar todos los contenidos con la bibliografía propia y por esta razón, es necesario enviar al alumno a los servicios de bibliotecas que, a su vez, deben adaptarse a las características y particularidades de la metodología pedagógica no presencial.


Y señala además, que la biblioteca siempre es necesaria para la formación de las actitudes relacionadas con el manejo de las fuentes bibliográficas y documentales, la investigación y otras habilidades convergentes. También afirma, que la didáctica reclama la participación de bibliografía opcional, complementaria, general, contextual o de referencia, porque surge como ineludible la necesidad de dotar a los proyectos de educación a distancia con servicios de biblioteca.

Entre los servicios que deben brindar los sistemas de teleformación y a los que los estudiantes podrían acceder en cualquier momento y lugar, sobre la base de Internet, se encuentra la biblioteca virtual, su objeto es que el alumno profundice e investigue en aquellos contenidos que necesita o interesan. Cuando el alumno entre a la biblioteca virtual, debe poder reconocer diferentes opciones para la obtención de información, a partir del acceso a trabajos relacionados, enlaces a distintos recursos de interés existentes en la red, la posibilidad de utilizar documentos en formato electrónico, buscadores, utilidades informáticas de dominio público, materiales complementarios relacionados con la temática del curso y que pueden descargarse en cualquier momento.


La introducción de las bibliotecas virtuales en el sector educativo viene enmarcada por una situación de cambios:

1. Cambios de los usuarios en formación.
2. Cambios en los entornos o escenarios de aprendizaje.
3. Cambios en los modelos y concepciones.


Las circunstancias tecnológicas, culturales y sociales en las que se desenvuelve la actual sociedad exigen cambios en todos los elementos del proceso didáctico e incluso en los nuevos objetivos para la educación.

Las posibilidades que ofrecen las redes en la formación lleva al surgimiento de nuevos usuarios-alumnos, caracterizados por una nueva relación con el saber y nuevas prácticas de aprendizaje, adaptables a situaciones cambiantes, por ello, la biblioteca virtual debe volverse adaptable..

Lograr individuos flexibles para adaptarse a situaciones de continuo cambio, responder a los desafíos que la evolución de la tecnología, la cultura y la sociedad plantean, depende de la puesta en marcha de acciones educativas relacionadas con el uso, selección, utilización y organización de la información de forma que el alumno se forme como un ciudadano de la sociedad de la información para un nuevo modo de conocer.

La utilización de las bibliotecas virtuales en este ámbito supone cambios en todos los elementos del proceso educativo: organización, alumno, currículo, profesor. La función de este último cambiará de transmisor del conocimiento a guía, a facilitador en la búsqueda del saber. Cada vez más, los alumnos tendrán acceso a la misma información, a los mismos recursos que el profesor.

1 comentario:

  1. lida tu blog me ha parecido estupendo, el contenido ubica y profundiza al lector sobre el tema que se esta tratando, me gusta mucho tu dedicacion en este blog; ademàs tienes muy buen gusto estètico, y sobre todo la temàtica de las bibliotecas virtuales es una excelente opciòn para todos, y màs si se trata de estudiantes y maestros que a veces nos resulta dificil encontrar lo que deseamos.

    ResponderEliminar